martes, 29 de noviembre de 2011

JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Le han concedido el premio Nacional de Las Letras al gran escritor y maestro de la vida José Luis Sampedro. Es una oportunidad única para dejar constancia de la gran admiración que siempre le he tenido como escritor y como persona. Sus novelas LA VIEJA SIRENA y REAL SITIO son de lectura obligatoria. ¡Enhorabuena, maestro! Aquí os dejo un enlace de una entrevista reciente, de este verano, que fue publicada en el diario El País. Disfrutadla.

domingo, 20 de noviembre de 2011

LAS VIDAS DE JULIO

 
20 DE NOVIEMBRE DE 2011, ELECCIONES.
 
 
No os vais a creer lo que me ha ocurrido hoy: La lluvia de esta mañana parecía recordarme los días sin luz, por fortuna cada vez más lejanos, en los que no nos dejaban intervenir en la vida política de nuestro país. Pero aquella era una lluvia distinta. Todo era distinto. Amanda y yo nos vestimos de domingo, como requiere la ocasión, y enfilamos calle arriba, hacia el Colegio Electoral. Al llegar a nuestra Mesa tenemos un par de personas delante de nosotros. Vota Amanda y me toca el turno a mí. Doy mi carnet de identidad, todo correcto. El secretario de la Mesa me acerca los sobres que instantes antes le había entregado y me dice ceremonioso: “Vote usted”. Recojo los  sobres y… “¿Qué ocurre? ¿Lo ha visto?” Me mira extrañado. Miro a Amanda. “¿Dónde está la ranura?” Comienza a arremolinarse la gente a mi alrededor. Los Interventores de los partidos políticos se acercan. Nadie entiende nada. Intento una y otra vez encontrar el hueco para introducir la papeleta en la urna y me es imposible. “Por favor, échese a un lado, si le parece, y continuamos. Ahora vemos lo suyo.” La fila de gente que se ha formado es enorme. Amanda y yo nos hacemos a un lado y todo parece volver a la normalidad. Veo cómo las personas continúan votando, sin ningún problema. Entregan el D.N.I., recitan su nombre e introducen el voto por la ranura de la urna. ¿Y por qué yo no? Los Interventores hablan por los teléfonos móviles, mirándome de soslayo. Los integrantes de la mesa dirigen sus miradas hacia mí cada vez con más distancia. Llega la hora de la comida y Amanda me dice: “Voy a traerte un bocadillo y luego me marcho a comer con Julito, se hace muy tarde.”  Me como el bocadillo. Solo. Ya nadie repara en mí. Hace un momento me volvieron a llamar para que votase y de nuevo me fue imposible hacerlo. Otra vez las urnas sin ranura. Estoy sentado en una silla cerca de la ventana por la que entra la ya poca luz. Se encienden todos los fluorescentes de la sala. Nadie me ha dicho nada. Amanda no ha regresado. Quedan cinco minutos para que se cierre el Colegio Electoral. Veo entrar por la puerta a Amanda con Julito de la mano. Julito me da un beso. “¡Hola, papá! ¿Nos vamos?” Me levanto y cojo en brazos a Julito. Amanda me agarra del brazo y nos dirigimos a casa.
Termino de ponerme la bata y miro los sobres con las papeletas que dejé sobre la mesa de la cocina al quitarme el abrigo. Los rompo en mil pedazos y levanto la tapa del cubo de la basura. Entonces, escucho a Amanda gritar desde el salón: “¡Julio, ven rápido! ¡En la tele! ¡Qué casualidad! ¡Te han sacado en el momento en que estabas introduciendo el voto en la urna!”

XI CERTAMEN NARRATIVA CORTA "CARMEN MARTÍN GAITE"


Una inoportuna gripe, siempre lo son pero en este caso aún más, me ha impedido acudir a la entrega de premios de la XI edición del Certamen de Narrativa Corta “Carmen Martín Gaite”. Creo que los gérmenes los encontré, y me los quedé, el fin de semana pasado en el Festival EÑE, del que más abajo hay una reseña. Entiendo que no fue a propósito, por lo que no le guardo rencor…
¡Solo quiero decir que lo lamento muchísimo, pero que he estado con todos ellos en la distancia! El año que viene me reservo ese día para estar en perfectas condiciones. ¡Enhorabuena a los ganadores!
Agrupación Cultural

jueves, 17 de noviembre de 2011

EL SOLITARIO

Se fijó en él. Sentado, la encorvada espalda no tocaba el respaldo de la silla, las piernas ligeramente abiertas y custodiadas por las patas de la mesa. Se fijó en la arrugada piel de sus sienes y en los escasos cabellos blancos que descansaban sobre sus orejas, sin apenas cejas que escondiesen aquellos ojos abstraídos por la carta que acababa de colocar sobre la mesa.
Para Margarita era su primer día en la residencia. Un par de minutos antes se había despedido de su hija y de su nieto.
-Mamá, no te preocupes, vendré todos los fines de semana a verte. Y alguna tarde.
Sintió la cercana mirada del hombre mientras se dirigía al lugar asignado por las cuidadoras. Al sentarse recordó aquel verano de su infancia y lo bien que lo pasó con sus padres y su hermano mayor. Y con el niño, algo mayor que ella, rubio y muy tímido, que no hacía más que seguirla. Fue la primera vez que se enamoró.
Y se vio bajando junto con sus compañeras la escalera que, zigzagueante, nacía de lo alto del cerro en donde los pabellones del Instituto presidían los edificios del barrio. Al encontrarse con los del Instituto “de abajo”, situado al otro lado de la avenida, cambiaban miradas y risas. Menos con el chico huidizo que apenas levantaba la vista del suelo.
 Y se vio en el año que cumplía los veinte, cuando la dejaron ir por primera vez sola, sin la imprescindible compañía de su hermano, a la fiesta de Nochevieja. No sin que antes le costase unas cuantas discusiones con su padre. Bailaron hasta las seis de la mañana. Le llamó la atención lo extremadamente tímido que era aquel muchacho con el que apenas cambió palabra alguna más que sus nombres, Federico se llamaba, y que, al marcar el reloj las tres de la mañana, se marchó apresuradamente, justo al terminar de bailar con ella un bolero. Porque fue un bolero. Preguntó por él a sus amigos y le dijeron que era un compañero de trabajo de uno de ellos que se había apuntado a última hora. Nada más. El chocolate con churros de aquella mañana le supo a gloria. Era su primer chocolate con churros de Año Nuevo con los amigos.
                                                           *****
-La sota de copas. ¡Qué mala suerte! No me sirve para nada. O quizás sea que soy yo el que no sirve para nada y que no es cuestión de suerte nada de lo que he vivido. Solo, siempre solo. Nunca he sentido el aliento de una mujer en la misma habitación. Nunca he alargado el brazo y buscado su mano y encontrado sus dedos para acariciarlos, sin necesitad de usar palabras. Sí, como Martín siempre me dice, no te quejes, gruñón, estamos aquí contigo, no estás solo. Sí, pero él aún disfruta de esos dedos y de ese aliento.
Pensó, para tranquilizarse, que el monólogo en el que estaba sumido era debido a que se le presentaba una tarde bastante aburrida. Sus compañeros de brisca, los hermanos Martín, no habían bajado al comedor. Tenían una boda. Una nieta del segundo hijo de José Martín se casaba. José, su mujer, Esperanza, y Antonio, el hermano pequeño de José, comían todos los días con Federico. Terminada la comida Esperanza se marchaba con las mujeres y se quedaban los tres en la mesa. Eran los únicos a los que les gustaba jugar a las cartas, otros preferían el dominó. O algunas mujeres el bingo. Y la mayoría ver la televisión, la telenovela de las cuatro.
Arrojó la carta sobre la mesa y se dispuso a descubrir otra de la baraja que reposaba, boca abajo, sobre la palma de su mano izquierda. Le faltaba el caballo de copas para completar el solitario.
-El dos de oros. ¡Vaya!
Al levantar la vista del naipe reclamó su atención la mujer que acababa de entrar en la sala. Era la primera vez que la veía por la residencia y no pudo dejar de perseguirla con la mirada mientras ella se dirigía a la mesa del fondo.
Aquella mujer lo trasladó a la salida del Instituto. Después de las clases de la mañana recogía a su hermana, a los pies de las escaleras por las que bajaba del Instituto en el que ella estudiaba, y se dirigían al laboratorio de su padre, un par de edificios más arriba de la avenida. Allí les esperaban las tarteras que su madre les preparaba. Sus compañeros cruzaban sonrisas y guiños con las chicas del Instituto “de arriba”, pero él siempre las esquivaba por esa insuperable timidez que le acompañaba continuamente y que nunca lo abandonó.
-El tres de espadas. Federico, eres soltero, muy soltero.
Sus ojos volvían a clavarse en la mujer y, ahora, recordaba las vacaciones que pasó con sus padres y hermanos cuando tenía unos diez años. A su padre le correspondió una semana en la Residencia de verano para trabajadores de la Obra Sindical, en un pueblecito de las afueras, en la sierra. Era la primera vez que toda la familia salía de vacaciones. La memoria nunca había sido su fuerte, aunque guardaba unas cuantas fotos en su mente que jamás se velaban. La niña de la foto, su primer enamoramiento. No sabe las veces que se vieron, ni su nombre, ni si jugaron, ni si los padres de ella y los suyos tomaban café juntos en la Residencia, no lo sabe. Ni si tenía el pelo largo, ni si era rubia o morena. Ni podía ver sus facciones. Absolutamente nada aparecía en la foto.
-El cuatro de copas.
                                                           *****
-El as de bastos.
Federico intentó ver otra foto de su corto álbum. La oscuridad del local, el humo y el ruido, emborronaban todo. Salvo la silueta de aquella muchacha recostada sobre la pared. Margarita, sí, esta vez distinguía su nombre. Bailó un bolero con ella y ese bolero lo bailó mil veces, año tras año. Aquella noche escapó del local.
Sintió unos deseos enormes de soltar los escasos naipes que aún ocupaban su mano, acercarse a la mujer que desde que entró había conseguido que su pasado volviese a estar con él, invadiendo por completo sus sentidos, e invitarla a bailar un bolero.
Entonces sus dedos descubrieron la siguiente carta, el caballo de copas.

martes, 15 de noviembre de 2011

El pasado 28 de octubre se celebró el acto de presentación de la V Antología del Premio Orola de Vivencias. Os dejo un enlace al blog del Premio (VIVENCIAS). Entre las 150 vivencias se encuentra una de las que KONCHA envió al Certamen. Asistí al emotivo acto y espero asistir el año que viene para ofrecer de nuevo mis aplausos a los autores. El plazo para participar en la VI edición está abierto. Animaos.




Nuevo concurso de LIBROS QUE VOY LEYENDO.

Nuevo concurso de LIBROS QUE VOY LEYENDO.

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Seguid el enlace y podréis ganar:

Un ejemplar dedicado al ganador de "Habitaciones cerradas" de Care Santos.

Un ejemplar dedicado al ganador de “En la soledad del Faro” de Francisco García Martínez.

domingo, 13 de noviembre de 2011

FESTIVAL EÑE

Os quiero dejar una reseña de la tercera edición del festival literario EÑE al que he acudido este viernes y sábado en el “Círculo de Bellas Artes” de Madrid. Ya solo el juntarnos unos amigos y parte de mi familia para disfrutar del mundo de la literatura y del arte en tan bello edificio, es suficiente. Si además te empapas de la sabiduría intelectual y de la vida de algunos maestros que han pasado por allí: ¡redondo!
 La hora y media vivida sumergido en la desbordante humanidad de nuestra última premio Cervantes, Ana María Matute, es una experiencia que nadie debería perderse. Me siento un privilegiado. Al oírla hablar de su obra, que es ella misma y sin una gota de vanidad, aprendes más del oficio de la escritura que con quinientos mil tratados literarios. Y, por supuesto, aprendes de la vida. Si tenéis la oportunidad en algún momento de gozar de su presencia y de sus palabras, no la desaprovechéis.


También pude disfrutar de los poemas de Manuel Rivas, acompañados por las canciones de César Morán, de una apasionante entrevista de Antonio Lucas a Félix de Azúa y de un espectáculo de danza contemporánea (basado en poemas del recientemente fallecido Tomás Segovia) que cerró el festival. Esto fue ayer sábado. El viernes asistí a una conferencia (Almanaques digitales) de Andrés Trapiello, una reflexión sobre la literatura y su nuevo mundo de expresión, el blog. Interesantísimo lo que dijo e interesantísimo el autor. Seguiré su blog (http://hemeroflexia.blogspot.com/) a partir de ahora. Y a la lectura de tres cuentos populares por parte de Ana Cristina Ramos, extraídos de su libro de relatos populares sobre la muerte.

Me hubiese gustado escuchar a Mario Mendoza, a Antonio Gamoneda o a Jorge Volpi, entre otros, pero ante la cantidad de actos simultaneados, me fue imposible asistir a todos. Ha sido un placer, y espero que lo siga siendo cada año. ¡Hasta el año que viene!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un blog para colocarlo entre los favoritos: Tertulia literaria: El proceso imperfecto. No os dejéis engañar por el título, de imperfecto no tiene nada. Son un grupo de amigos que se reúnen una vez al mes y tertulian, charlan y ríen, alrededor de la mesa de un café, sobre el libro que han votado y elegido entre todos. Luego, nos dejan unas pinceladas para que podamos disfrutar, mínimamente, de sus pláticas. Pero no solo es eso, es mucho más. Pulsad aquí abajo y lo veréis.

sábado, 5 de noviembre de 2011

LAS VIDAS DE JULIO




CARTA A UN MENDIGO


Al pasar te miro de reojo. Tus labios, en continuo movimiento, dejan salir de la boca palabras, silbidos, simplemente aire. Todavía no he llegado a adivinar de dónde provienes, de Portugal, de Brasil, quizá de Mozambique.
  
La otra tarde estabas ahí sentado, con los pelos totalmente revueltos y sucios, la tez oscura y la barba de un par de meses, descuidada. Los pantalones podrían ser de color azul marino y el jersey, posiblemente, del mismo color. Tus zapatos dejaban ver los calcetines. En el otro extremo del banco un trajeado joven, impecable,  comía un sándwich. En una gran ciudad como ésta no debería prestar tanta atención a tu figura, es algo habitual, no eres el único mendigando en busca de refugio. O de seguir vivo, sin más.
Ayer te eché en falta. El ayuntamiento debió de llevarse el banco y pensé que te habrías mudado a otro.
  
Hoy he vuelto a cruzarme contigo. Ibas cargado con una bolsa de papel enorme. Repleta, supongo, de cosas imprescindibles para ti. Me alegré de verte.  Faltaban dos calles para llegar a la esquina y tú venías de allí. Cuando pude divisarla me sorprendió ver un armazón de sofá, grande, parecía un tres plazas. Estaba apoyado en vertical sobre la reja de la puerta del local cerrado hace mucho tiempo. Al llegar junto a él me di cuenta de que lo habías sujetado a la reja con cordel blanco, fino pero aparentemente fuerte. Un siete en la tela negra de los bajos dejaba traslucir los destrozados entresijos. Los cojines, seguro que del mismo color granate de la tapicería, no estaban. Se veía muy viejo y sucio, aunque bastante más cómodo que el duro banco de madera. Curioso, un local que en su momento albergó un restaurante de cuatro tenedores, con su aparcacoches de librea rondando la puerta, y ahora eras tú el dueño de ese espacio.
  
Espero que te dure mucho tiempo tu nueva casa, aunque me imagino que el ayuntamiento no tardará en dejarte sin ella. No creo que te importe, seguirás buscando, encontrarás otras esquinas. Tampoco eres muy exigente.

viernes, 4 de noviembre de 2011


Aunque será presentado oficialmente hoy en la sede de  la Unesco, en París, la Biblioteca Digital Mundial ya está disponible en Internet, a través del sitio www.wdl.org. El acceso es gratuito y los usuarios pueden ingresar directamente por la Web, sin necesidad de registrarse. Permite al internauta orientar su búsqueda por épocas, zonas geográficas, tipo de documento e institución.
El sistema propone las explicaciones en siete idiomas (árabe, chino, inglés, francés, ruso, español y portugués). Los documentos, por su parte, han sido escaneados en su lengua original. Con un simple clic, se pueden pasar las páginas de un libro, acercar o alejar los textos y moverlos en todos los sentidos. La excelente definición de las imágenes permite una lectura cómoda y minuciosa.
Entre las joyas que contiene por el momento  la BDM  está  la Declaración  de Independencia de Estados Unidos, así como las Constituciones de numerosos países; un texto japonés del siglo XVI considerado la  primera impresión de la historia; el diario de un estudioso veneciano que acompañó a Hernando de Magallanes en su viaje alrededor del mundo; el original de las "Fabulas" de Lafontaine, el primer libro publicado en Filipinas en español y tagalog, la Biblia de Gutemberg, y unas pinturas rupestres africanas que datan de 8000 A .C.
Dos regiones del mundo están particularmente bien representadas: América Latina y Medio Oriente. Eso se debe a la activa participación de la Biblioteca Nacional de Brasil, la biblioteca Alejandrina de Egipto y la Universidad Rey Abdulá de Arabia Saudita.
La estructura de  la BDM fue calcada del proyecto de digitalización de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, que comenzó en 1991 y actualmente contiene 11 millones de documentos en línea. Sus responsables afirman que la BDM está sobre todo destinada a  investigadores, maestros y alumnos. Pero la importancia que reviste ese sitio va mucho más allá de la incitación al estudio a las nuevas generaciones que viven en un mundo audiovisual. Este proyecto tampoco es un simple compendio de historia en línea: es la posibilidad de acceder, íntimamente y sin límite de tiempo, al ejemplar invalorable, inabordable, único, que cada cual alguna vez soñó conocer.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La entrega de premios y diplomas a los finalistas y miembros del jurado del Certamen anual de Narrativa corta "Carmen Martín Gaite" en su XI Edición, tendrá lugar el próximo:

  • Día: 19 de noviembre de 2011
  • Lugar: Casa de la Cultura de El Boalo
  • Hora: 19:00 h.

martes, 1 de noviembre de 2011

LAS VIDAS DE JULIO

ANIVERSARIO

Soy un difunto. Hoy hace justo un año que soy un difunto. No os voy a relatar cómo fue mi muerte, no viene a cuento. Solo quiero que sepáis lo que de verdad os interesa conocer para cuando lleguéis adonde estoy yo. Al menos eso era lo que me inquietaba a mí y pienso que será vuestra mayor preocupación.
No hagáis caso de las patrañas que se inventan los que se llaman médiums, ni de las fantasías redentoras de vuestras religiones, es todo mentira lo que dicen, aquí no ocurre nada de lo que os quieren dar por cierto. Porque aquí no ocurre nada, nada, no existen los espíritus, aquí no hay nadie. En este año que llevo muerto no he conocido a nadie, ni a ningún Dios, ni a ningún Demonio,  ni me ha recibido ningún San Pedro, ni he estado en el purgatorio, ni he vuelto a abrazar a mis seres queridos que habían muerto antes que yo. Nada de nada. Ni sé si estoy en la oscuridad o en la claridad infinita, no siento nada, no veo nada, ni os veo a vosotros ahí, ¿abajo? Ni puedo defenderos de los peligros que os acechan de continuo en vuestro mundo. Las flores que, seguro, dejáis sobre mi tumba, nunca las he olido. Las lágrimas que derramáis sobre ella nunca me han mojado. Sé que lo que os digo os causará desasosiego, pero creo que es mejor que lo sepáis, que no sigáis engañados, esperanzados en una nueva vida más allá.

Ya nada más me queda que despedirme de vosotros para siempre, no merece la pena agobiaros con mis cuitas, seguid vuestro camino, al fin y al cabo comprendo que no creáis nada de lo que acabo de escribiros, ni yo mismo lo hago. Ya os lo he dicho, no existen los espíritus.

Irma o esa persistente calle de París