El dedo índice de mi mano izquierda ya está disponible para descargarlo
por 1 euro en su versión digital. En la tienda Kindle Amazon. ¿Qué os puedo
decir más de él? Que la mayoría de sus breves historias son inéditas (algunas
ya han pasado por el blog) y que esperan no dejaros indiferentes. Y que…
El dedo índice de la mano izquierda no
me hace ni caso. Lo comprobé esta mañana al levantarme. Como uno más de los
días que cuesta entender que lo que acabas de vivir no era vida sino sueño,
desperté con esa sensación que te obliga a hacer algo que en cinco minutos te
hubieses arrepentido de haberlo realizado. Acerqué la yema del dedo a la sien,
y disparé. Antes de que el proyectil llegase a su destino el dedo se arrugó, se
contrajo hasta cerrarse contra la palma de la mano y me dejó una mínima señal
de pólvora sobre ella. Lavé las manos con jabón un par de veces y me refresqué
la cara. Ya me había arrepentido y di gracias a que mi dedo había pensado por
mí. Había pensado por mí. No lo comprendí. Un dedo (sea el que sea, de las
manos o de los pies) siempre hace lo que tu cerebro le ordena. Y no suele dejar
rastro de pólvora. Al menos eso era lo que me había ocurrido siempre.
Porque…
Un dedo… cómo va a tener vida propia un
dedo…
Desde luego... menos mal que tiene vida propia este índice tuyo.
ResponderEliminarA saber lo que harán los dedos de los pies mientras tanto. :D
Me gusta y mucho pero más me gustaría a papel ;)
Un besote.
Que buena pinta!!! Un beso. Ana
ResponderEliminarMe apostaría algo a que sí, que la tiene... y bastante prolífica. Muás, hermano.
ResponderEliminar