Góngora a D. Antonio Chacón, que desde Colmenar Viejo le había enviado un requesón:
Décima LXI
Este de mimbres vestido,
requesón de Colmenar,
bien le podremos llamar
panal de suero cocido.
A leche y miel me ha sabido:
decidme en otro papel
lo que se confunde en él,
que sin duda alada oveja,
cuando no lanuda abeja,
leche le dieron, y miel.
A principios del siglo XVII Colmenar Viejo se escribía en verso y nada más y nada menos que de la mano de Góngora y su manuscrito Chacón. Y a principios del siglo XXI, de nuevo Colmenar juega con la poesía y nada más y nada menos que con la voz y la presencia de Koncha: Hermana, tu reloj lo ha logrado (Mi reloj pierde el compás, se vuelve loco…) se ha vuelto loco y nos ha fusionado dos épocas, porque si en el Siglo de Oro fue el requesón la excusa para un recuerdo poético de Colmenar, en este siglo XXI han sido tus Sobresaltos los protagonistas. Y yo he tenido la enorme fortuna de estar allí.
Como la
luna llena,
redonda y
brillante,
como esa
luna llena
a la que
le gusta leer cartas
en la
madrugada.
Como esa
luna menguante
que da
vueltas y vueltas,
allá
arriba,
sobre mi
cabeza,
en la
esquina preferida
de mi
habitación.
Familiares, amigos y colmenareños llenábamos la
sala de ese Espacio1000usos que ya se ha hecho un hueco en la vida cultural de
Colmenar gracias al entusiasmo y las artes (nunca mejor dicho) de Blanca,
Ángela y Pablo, como siempre logrando que todo saliese a la perfección y con
una carga de emociones única. Y la música de Daniel, acompañándote.
El
semáforo en rojo
despeja
las calzadas de mi barrio.
[…]
Vallekas,
verso libre,
recorre el
empedrado de Madrid
con un
canto de cigüeñas en los labios.
Tenía que hacer acto de presencia nuestro barrio… También
nos diste paso para que pudiésemos cooperar con nuestra lectura en una tarde
que dominasteis a la perfección el atril y tú. Hicimos lo que pudimos para no
desentonar entre armonía y lírica, deseando terminar nuestra intervención para
seguir disfrutando de lo que la tarde fría de otoño colmenareña nos ofrecía, un frío al que no le fue posible traspasar los muros de la sala, le fue
imposible luchar contra el calor y el color que allí vivíamos.
El
guardián de las sorpresas
no sale de
su asombro
cuando
desciende el dardo
hasta el
abismo donde se cultivan
los
sentimientos.
Y tu reloj, hermana, loco de nuevo, hizo que los
sesenta minutos de versos Sobresaltados
se convirtieran en sesenta segundos, apenas si nos dimos cuenta de que llegaba
el final. Parafraseando el penúltimo sobresalto de tu libro, los versos se nos rompieron, se nos rasgaron,
se deshicieron entre nuestras manos…
Los
sobresaltos allanan
el camino
hacia la calle
de la
fantasía.
Justo en
pleno corazón.
No puedo dejar de nombrar a la editorial que ha
vestido tus poemas y los ha lanzado a la calle: Lastura. Una edición muy
cuidada y una joven editora, Lidia, que trae una corriente
de aire fresco a este nuevo mundo del libro en el que estamos inmersos.
una lluvia
de estrellas fugaces
ha pasado
por delante de mis ojos.
Sobre el
chopo, alrededor del silencio,
como
espejos luminosos sin retorno,
las
palabras se volvieron cristal,
los
recuerdos brotaron al alba,
…y una
lluvia de estrellas fugaces
añoró la
magia de otras madrugadas.
Espero, esperamos, que nos vuelvas a sobresaltar de
nuevo, porque solo se trata de vivir, de encender el sol
por la mañana y la luna por la noche, de fabricar un beso cada cinco minutos y
regalarlo. No es tan difícil. Gracias,
hermana, porque tus sobresaltos nos enseñan el camino…
qué bonito lo que hacéis, tiene mucho mérito. No paréis. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, amigo. En esta ocasión el mérito y la palabra es de mi hermana y de verdad que la crónica se queda corta... Espero que no tardemos mucho en encontrarnos en el camino, Manuel. ¡Un abrazo!
EliminarLa sobresaltada estoy resultando yo, que no paro de recibir halagos, besos y abrazos en los últimos cuatro días... Hermano, en esta ocasión, te has superado en tus expresiones y testimonio de la fervorosa tarde colmenareña. Entre don Luises anda el juego... Lo único que alcanzo a decir es ¡¡¡¡GRACIASSSS!!!!
ResponderEliminarHalagos, besos y abrazos totalmente merecidos, hermana. A sus pies, poeta... Muases.
EliminarQué entrada más bonita! Y qué momentos más bonitos!!!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no tenemos ganas los hermanos Morales de que una de estas cayese por Cai... Todo llegará... ¡Un besazo y gracias, Margari!
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