El astillero clandestino, que de vez en cuando aparece por
mi habitación, está a pleno rendimiento. Porque si la poesía siempre debe ser
secreta, oculta a cualquier ley que intente dirigir sus sentimientos, los barcopoemas, que cruzarán los mares para
encontrarse con vosotros, también tienen la obligación de permanecer escondidos
mientras se construyen. Luego, el 11 de marzo, surcaremos juntos por las aguas
templadas del Atelier Café de la Llana. Os espero. Y tendréis que estar
atentos, muy atentos, porque no solo navegaran los versos, no, quizá también
los encontréis surcando por ese viento colmado de amistad que siempre revolotea
por el Atelier de Enrique. Sigo trabajando, aquí, en mi taller, en mi alcoba,
para vosotros. Nos vemos en poco menos de tres semanas.
Búscame entre acordes
de luna y de viento,
y de mar…
Me gustaría estar allí y poder saludarte pero desde aquí tan lejos no creo que saltar esas aguas separan el espacio, hacia la otra orilla.
ResponderEliminarTe deseo todo lo mejor y cuando me sea posible lo buscaré para disfrutar de tus letra.
Un abrazo.
Ambar
Muchas gracias, Ambar. Me llegará tu revoloteo, seguro... ¡Un besazo!
EliminarDisfruta mucho de ese día!
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Muchas gracias, Margari! ¡Besazos!
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