Aunque sé
que los días no se rompen
buscaré una mínima parte
escudada en algún rincón del salón.
Aunque sé
que el alcohol y las burbujas
no son mar
me sumergiré en él
hasta que el último soplo
de mi cuerpo reconozca sus preguntas.
Aunque sé
que las venas echan raíces
ya no espero
aguardaré a que mañana
el tictac vuelva la esquina.
Los días van a galope tendido y yo sin pasarme por aquí, hermano. No, no se rompen. No les da tiempo. Muás.
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