Qué graciosa está Mery con el gorrito
de Papá Noel. A Byron no le sienta tan
bien, o, al menos, no me lo parece a mí. Y el contraste de la antigua caja
registradora con el belén tan moderno que nos han puesto… ¡Si el Portal de Belén parece que estuviese
sobre la luna! No quiero deciros nada de las figuritas. Otro día os lo cuento.
Como siempre, estoy muy a gusto aquí. El
pub está más animado que de costumbre. Incluso este año. En Navidad, es mi
refugio para no sentirme tan solo allí arriba, en el apartamento. ¡Pero bueno!,
cómo puedo estar hoy melancólico. ¡Es imposible!, si… ¡va a venir a acompañarnos
un ratito Mafalda! Ya la habréis visto, justo encima, agarrada a su “plumita”. Me
trae una reseña de mi casa grande, de La sombra de las horas, del edificio en
el que vivo con otros veintitrés vecinos. Luis Miguel me ha permitido que sea
yo el que la reciba.
Ya está aquí. Acaba de atravesar la puerta con sus trenzas
y cascabeleando… No os lo he dicho, esta vez no es la Mafalda de Quino, es
Mafaldú (así la ha bautizado Koncha Desde Vallekas). Es Marilú CuEnTaLiBrOs. Marilú
se ha sentado a mi lado, está tomándose un Gin-tonic, ella prefería unos “espetitos”
con un buen vino, pero no ha sido posible. Nos los tomaremos otro día. Es muy
buena chica y lo ha comprendido. También ha entendido que le haya pedido solo
escuchar, escuchar lo que le tengo que decir, lo que Luis Miguel me ha apuntado
en esta hoja de papel:
“Marilú, perdona que no esté contigo
en el ByMe. Fue él, mi personaje, el que me pidió, casi me exigió, conocerte. Leyó
tu reseña y no veas cómo se emocionó cuando dices “Lugares comunes como el pub
ByMe donde tomarse algo y preguntar por la hora de cierre con
cierto anhelo en la formulada cuestión”. Está insoportable: ¡Que
habla de mí! ¡Que habla de mí! Espero que sea buen anfitrión, si no, me lo
cuentas. No quiero repetirme, ¡aunque es tan difícil!, y solo quiero decirte
que, una por una, las palabras de mi comentario en tu reseña siguen vivas, que
cuando vuelvo a leerla, me vuelvo a emocionar y que cada día estoy más
satisfecho de haberos enseñado mis letras. Solo por encontrarme con gente como
tú, merece la pena. Y, por supuesto, te quiero volver a dar las gracias. Gracias,
Marilú.”
Yo ya no tengo más que hablar, si os
parece, nos tomamos unas copas con Marilú y charlamos un rato mientras os dais
una vuelta por su blog Cuentalibros, un lugar ideal para perderse… ¡Byron,
atiende a mis amigos!
Pues sí, Marilu, me emocioné cuando Luis
Miguel me dijo que hablabas del ByMe…