Ajenos
Distraídos, serenos, dueños de la impunidad,
como si no quisieran nada de ti,
hacen malabares sobre el filo de un instante,
ausentes, incapaces de mirarte a los ojos.
Distraídos, serenos, dueños de la impunidad,
tarde o temprano dominarán
el segundo que creíste ganado,
el segundo antes de mesarte los cabellos
y esparcirlos por el aturdido viento de la noche,
junto al sueño deshecho.
Distraídos, serenos, dueños de la impunidad,
ajenos a nada y a todo, letales. Y tuyos.
Porque tú los creaste,
porque fuiste el culpable de que un dios ateo
engendrase en tu mente la simiente del caos
que ahora mece tu alma.
Distraídos, serenos,
dueños de la impunidad.
Habrá que empezar a ponerle remedio... Muases incorformistas.
ResponderEliminarPues sí, hay que empezar a ponerle remedio... Está difícil pero hay que intentarlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Negro reflejo de la realidad que nos envuelve.
ResponderEliminarBesazos para las tres, acompañados de las gracias por venir a verme y comentar mis locuras...
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